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Arévalo no pedirá la renuncia de Porras, por ahora
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¡Buenos días!
El gobierno de Bernardo Arévalo tiene su primera Junta de Gabinete y aunque no hay mayores luces aún, comienza la gestión propiamente dicha.
Uno de los temas más espinosos es la relación que tendrá con el MP. No puede remover –a su placer– al jefe del ente investigador, precisamente luego de una reforma en 2016 a la Ley del MP para proteger a la entonces fiscal general, Thelma Aldana, quien fuera precandidata del mismo partido que llevó a Arévalo a la presidencia: Movimiento Semilla.
En el ámbito regional, las elecciones de EE. UU. son de trascendencia para Guatemala, pero también lo son las mexicanas. Nuestro vecino próximo del norte, más que aliado guatemalteco, ha sido aliado estadounidense. Las razones económicas y geopolíticas son indiscutibles. Dicho eso, la posible continuidad del régimen –solo con cambio de mandatario– pone a Guatemala y a Centroamérica en una posición que puede representar un riesgo o una oportunidad.
Confiamos que este boletín les provea de información y análisis valiosos.
En este boletín:
•Un México impertérrito hará enojar a EE. UU
•Arévalo mide hasta dónde puede presionar a Consuelo Porras
Sebastián Gennari
•Un México impertérrito hará enojar a EE. UU.
746 palabras | 2 mins de lectura
México celebrará elecciones el 2 de junio. El resultado está cantado: ganará Claudia Sheinbaum (MORENA, izquierda), la heredera designada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente saliente. Se prevé que se imponga con un amplio margen, convirtiéndose en la primera presidenta mexicana.
Sheinbaum, otrora jefa de Gobierno de la Ciudad de México, venció a Marcelo Ebrard en la pugna interna por ser el candidato de MORENA. El excanciller amenazó con postularse por otro partido y dividir el electorado de MORENA, pero desistió.
Un sondeo publicado el 22 de enero afirma que el 61.1% de los encuestados se decantan por Sheinbaum, frente al 29.6% que prefiere a Xóchitl Gálvez (Fuerza y Corazón por México, atrapalotodo). La oposición, sumamente indecisa en términos ideológicos, ha sido incapaz concretar una visión.
AMLO ha logrado mantener su popularidad a pesar de una gestión mediocre; la popularidad de Sheinbaum se debe a su sintonía ideológica con el presidente, quien promete retirarse de la escena política. El relevo, que se producirá el 1 de diciembre, no traerá grandes cambios.
¿Doctrina Estrada? AMLO es un mandatario provinciano. En sus más de cinco años en el poder, ha salido de México pocas veces, nunca fuera del hemisferio occidental; esperó hasta 2023 para viajar a Sudamérica, visitando a sus aliados ideológicos en Chile y Colombia. De Sheinbaum se puede esperar una presidencia más cosmopolita.
AMLO no ha sabido entenderse con EE. UU., que tiene dos prioridades: migración y narcotráfico. Los diplomáticos mexicanos también reconocen –discretamente– que las disputas con España en torno al “perdón” por la Conquista han sido, cuando menos, desconcertantes.
La relajada política antidrogas de AMLO se resume en una frase de su autoría: “abrazos, no balazos”. El senador Chuck Grassley (republicano, Iowa) opina que México está librando una guerra “imaginaria” contra las drogas, cuyo propósito es más bien dar la impresión de que se está haciendo algo.
Esto ha causado disgusto en EE. UU., donde casi 110,000 personas mueren cada año a causa de sobredosis. El Gobierno estadounidense afirma que, en casos como el del fentanilo, la materia prima se exporta de China a México. Washington también sospecha que parte de los US$64,000M que México recibe en remesas está vinculada al narcotráfico.
Entre líneas. Coincidentemente, este año el fin del sexenio mexicano coincide con el fin del período de gobierno estadounidense. El acontecimiento más relevante en la política de EE. UU. —y el menos conocido en Latinoamérica— es que la migración ha monopolizado la atención del electorado. Dominará la campaña en EE. UU.
La Casa Blanca, avergonzada por el caos en la frontera, empieza a pronunciarse en términos menos comprensivos con los migrantes. El senador John Fetterman (demócrata, Pensilvania) afirma que la crisis migratoria amenaza con destruir el sueño americano.
Los republicanos, en tanto, tienen a los demócratas cautivos; no financiarán las demás prioridades —como Ucrania— hasta no “resolver” la trama fronteriza. El Gobierno aún carece de un presupuesto definitivo y se mantiene mediante modestas y efímeras leyes de erogaciones.
Se vislumbra la reforma o eliminación del programa “parole”, que permite a los migrantes sin visado entrar al país. México, que ya no es la principal fuente de migrantes, se vería obligado a limitar los cruces de su frontera sur, para así no tener que lidiar con migrantes sin posibilidad de llegar a EE. UU.
Lo que sigue. México, en resumen, caminará por la misma senda del último lustro. No se producirá un cataclismo, pues debe recordarse que AMLO empezó su gestión durante la presidencia de Trump. México es, según la mayoría de las fuentes, el principal socio comercial de EE. UU., lo que obliga a ambas partes a dialogar, sobre todo si el nearshoring continúa siendo una prioridad de la Casa Blanca.
Más allá de la deficiente política antidrogas, México se ha vuelto más estricto con la migración. Esto no sólo se da en su frontera con Guatemala; el país escudriña los documentos y visados de los turistas que arriban por vía aérea, para asegurarse de que México no les sirva de trampolín.
El país se arriesga, como ha venido ocurriendo, a seguir viviendo un aumento en la criminalidad. Debe recordarse que, aunque ha habido una ligera caída en la tasa de homicidios, se ha registrado un repunte en los secuestros y extorsiones.
Sea como fuere, el Gobierno guatemalteco tiene un aliado en AMLO y, después del 1 de diciembre, Sheinbaum. Arévalo necesitará el apoyo: independientemente del resultado de las elecciones estadounidenses, Washington, su mecenas, lo instará a controlar la migración.
Luis González
•Arévalo mide hasta dónde puede presionar a Consuelo Porras
900 palabras | 3 mins de lectura
Bernardo Arévalo deja atrás la campaña electoral y ahora parece que mide mejor lo que dice y hace. Como candidato, anticipó que iba a pedir la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras, pero eso quedó en promesa.
En perspectiva. El mandatario, de manera pública e insistente, ha cuestionado el trabajo de la funcionaria a la que señala de cometer arbitrariedades en las investigaciones. La responsabilizó del clima de inestabilidad política que rodeó el proceso electoral, pasada la primera vuelta.
"Necesitamos limpiar la Fiscalía de Guatemala de esta banda de criminales", fue una de las frases más vergonzosas que pronunció Arévalo contra Porras.
La funcionaria no respondió a los ataques directos. El MP inició una investigación contra el partido Movimiento Semilla por supuestas ilegalidades en la conformación de la agrupación política.
Arévalo invitó a la jefa del MP a una reunión a su despacho el miércoles 24 de enero, pero hasta ahora se desconoce si asistirá. "Se está analizando para dar la respuesta oportuna que en derecho corresponde", respondió el MP al preguntar si Porras acudirá mañana a Casa Presidencial.
Por qué importa. La vía utilizada hasta el momento por Arévalo parece ser la correcta. Si pide la renuncia, podría cometer un delito, comentan abogados consultados. Delitos como instigación a delinquir o atentado contra funcionarios públicos, podrían ser algunos.
Porras puede acudir a una reunión de Gabinete para coordinar acciones conjuntas con otras dependencias del Estado, eso dice la ley. No puede revelar pormenores de investigaciones, pues está proscrito.
Avances y temas generales de la institución sí se deben hacer del conocimiento del presidente, según el artículo 16 de la Ley Orgánica del MP.
Con la "invitación" y no solicitud de renuncia, parece que el gobernante dio el primer paso para medir el camino hacia una fiscalía de su agrado, pero la ruta legal no es fácil.
Voces (I). Julio Rivera Clavería, abogado experto en temas de seguridad y exfuncionario del MP, comentó que Arévalo "está en derecho de invitar a la Fiscal General" para coordinar el trabajo de investigación criminal entre las diferentes instituciones del Organismo Ejecutivo. Lo anterior no significa que la entidad esté supeditada al mandatario.
No obstante, consideró que no fue "prudente" como se hizo esta vez, porque no es la vía que establece la ley. El gobernante invitó a la funcionaria a su despacho y le pidió un informe sobre cuatro temas.
La ruta establecida en la Ley Orgánica del MP indica que el jefe del MP puede ser invitado a "cualquier Junta de Gabinete o de los Ministros de Estado. En este supuesto el Fiscal General estará obligado a concurrir a la Junta, con voz, pero sin voto". Con ese esquema legal, Rivera subrayó que Porras "no tiene por qué asistir" porque el MP es independiente, no está supeditado a ningún organismo del Estado.
Con todo y las diferencias políticas, el entrevistado calificó de "error" que el Presidente pretende un MP "a su manera porque la institución tiene su propia ley y cuenta con respaldo constitucional. No respetar lo que manda la ley sería "contraproducente para el Organismo Ejecutivo y para el estado de derecho", concluyó.
Voces (II). Para el abogado Conrado Reyes es importante conocer si el Presidente recibirá a Porras en compañía del Gabinete o de algunos ministros. En ese caso la invitación estaría en el marco legal, según el artículo 4 de la Ley del MP.
"Si por algún error la Secretaria General de la Presidencia no cumplió" con estos detalles en la invitación, "la Fiscal General puede pedir que le detallen con qué ministros será la reunión, previo a responder si puede asistir", agregó.
Sobre la intención de remover a la funcionaria, comentó que el artículo 251 de la Constitución establece el periodo de su mandato y el artículo 14 de la Ley Orgánica del MP indica que solo se le puede remover "por la comisión de un delito doloso durante el ejercicio de su función, siempre y cuando haya sentencia condenatoria..."
"Se debe recordar que el año 2016, durante la gestión de la fiscal Thelma Aldana, con apoyo de embajadas y cooperantes, presionaron en el Congreso la reforma de este artículo y los requisitos para remover a la Fiscal obligan a agotar un debido proceso judicial y administrativo. Por lo que es poco probable que en el resto de la administración se cumplan estos requisitos constitucionales y legales", concluyó.
Hemeroteca. El 19 de enero el gobierno informó que el mandatario "invitó de manera formal" a la jefa del MP a una reunión en su despacho. No se menciona nada de "pedir la renuncia". Solicitó un informe sobre "cuatro aspectos cruciales".
Avance de procesos penales vinculados a decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, criterios de persecución penal en casos de libertad de expresión y prensa, investigación sobre la compra de vacunas COVID-19 y protocolo de actuación ante medidas cautelares de la CIDH.