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Dinero “gringo” financió disidencia y subversión en Guatemala

¡Buenos días!
La agencia de cooperación de EE. UU. usó dinero de los contribuyentes de aquel país, para avanzar una agenda política que, en la gran mayoría de los casos, era contraria no solo a lo que pretendían apoyar, sino a los intereses del propio pueblo estadounidense.
Si los programas que financió la USAID tenían como finalidad frenar la migración hacia el norte, ciertamente los números hablan muy mal de los resultados. Viendo eso —y a la luz de recientes descubrimientos—, queda claro que se trató siempre del avance de agendas subrepticias; si eran políticas, ideológicas y/o económicas, queda por verse.
Como nunca, se está destapando “la olla de grillos” y todo apunta a que hay mucho que saldrá a luz, que pondrá en aprietos a funcionarios y exfuncionarios estadounidenses. De lo locales, ni hablar; se enriquecieron con el ardid de ayudas humanitarias: la más deleznable de las excusas.
Oenegeros, “asesores” gubernamentales, cooperantes, e incluso, jueces y magistrados, todos financiados con dinero estadounidense para avanzar agendas ideológicas. La peor calaña, pues.
“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” dice el Buen Libro.

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•Los aranceles de Trump: medios para un fin
•Sindicatos en Centroamérica, instrumentos de influencia del gobierno de Biden
•Elecciones del CANG: sin límites de financiamiento de campañas
Rafael P. Palomo
Los aranceles de Trump: medios para un fin
564 palabras | 2 mins de lectura

Trump sigue invicto en su ofensiva en Latinoamérica, con la amenaza de tarifas —aranceles— como su arma de preferencia.
En perspectiva. Cumpliendo una de sus promesas de campaña, Donald Trump firmó una orden ejecutiva el pasado sábado para aplicar aranceles del 25 % a las importaciones provenientes de Canadá y México. Adicionalmente, se aplicó un arancel del 10 % a aquellas provenientes de China. La medida, empero, duró poco.
Tras una sola llamada, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció medidas para evitar la entrada en vigor de las barreras comerciales.
Trudeau, por su parte, necesitó de dos llamadas para hacer lo mismo. Ambos mandatarios cedieron a la presión de EE. UU.
El presidente Trump oficializó una prórroga de 30 días, antes de la aplicación de los aranceles para seguir negociando con sus vecinos.
Entre líneas. Aunque Trump es un enamorado de los aranceles —a los que ha llamado la palabra más hermosa que existe—, una guerra comercial no es su prioridad en el hemisferio. La amenaza de los impuestos aduaneros es un arma para lograr un acometido mayor: la seguridad nacional.
Tanto en el caso de México como el de Canadá, la amenaza del 25 % de aranceles responde al descontento con la gestión de Sheinbaum y Trudeau, respectivamente, por asegurar sus fronteras con EE. UU.
Lo que Trump busca es que ambos países eviten el flujo de migrantes ilegales y narcóticos —especialmente el fentanilo— desde sus puntos fronterizos.
Por ello se aplicó el arancel del 10 % a China, principal fabricante de los precursores químicos con los que se produce el fentanilo.
Visto y no visto. La amenaza de represalias por parte de Sheinbaum y Trudeau no afectó, a pesar de que una guerra comercial con sus dos principales socios comerciales es poco deseable. La presidenta mexicana se comprometió a movilizar a 10 000 soldados para asegurar su lado de la frontera; Trudeau prometió nombrar a un “zar anti-fentanilo”, crear un grupo de trabajo conjunto con EE. UU. para combatir el tráfico de drogas y lavado de dinero, además de reforzar la seguridad fronteriza.
Con China —la superpotencia–, sin embargo, no se logró nada. La tasa aduanera del 10 % a las importaciones chinas ya entró en vigor.
En reciprocidad, China impuso un arancel del 15 % sobre el carbón y el gas natural licuado estadounidenses y un 10 % sobre el petróleo crudo, automóviles de alta cilindrada y maquinaria agrícola de EE. UU.
Se espera que Trump se reúna pronto a negociar con Xi Jinping para encontrar una salida “diplomática”.
En el radar. Trump ha sido capaz, en menos de un mes, de reafirmar la hegemonía hemisférica de EE. UU., algo que sus votantes aprecian, tras cuatro años de dejadez de la Administración Biden. Tanto los compromisos conseguidos por la gira de Rubio por Centroamérica, como los obtenidos por la amenaza de aranceles para Colombia, México y Canadá, han puesto a la región nuevamente bajo su esfera de influencia.
De momento, el mayor logro para Trump ha sido ganar credibilidad. A sus aliados y enemigos les queda claro que sus amenazas no son vacías.
Los líderes latinoamericanos saben que deben cooperar con Trump, en vez de antagonizarlo, o atenerse a las consecuencias.
La estrategia funcionará, a largo plazo, siempre y cuando EE. UU. sea capaz de contrarrestar la válvula de escape que China les ofrece a aquellos que decidan hacerle frente a Trump.
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Marimaite Rayo
Sindicatos en Centroamérica, instrumentos de influencia del gobierno de Biden
585 palabras | 2 mins de lectura

Durante el gobierno de Biden, la AFL-CIO, a través de su ONG Solidarity Center, impulsó la formación de sindicatos en Centroamérica, con un financiamiento superior a los USD 5M. Sobra decir que, la iniciativa ha generado conflictos laborales, aumentado la migración irregular y planteado dudas sobre su eficacia y transparencia
En perspectiva. Durante la administración demócrata, la organización AFL-CIO, promovió la formación de sindicatos en el sector agrícola y en las maquilas de Guatemala, El Salvador y Honduras.
El proyecto contó con más de USD 5M para “informar” a los trabajadores sobre el activismo laboral.
No obstante, más que contribuir a la actividad sindical, esta iniciativa ha tenido un impacto patente en la migración irregular, agravando la crisis migratoria en la región.
Lo indispensable. Más del 56 % de los fondos se han destinado a salarios y viáticos del personal y ONG locales; preocupantemente, tienen vínculos con la ex militancia comunista del enfrentamiento armado interno, como el Consejo Nacional de Desplazados (CONDEG).
Se tiene conocimiento de que muchas de las actividades se realizaron sin la debida autorización de las organizaciones locales.
Asimismo, el proyecto utilizó a supuestos estudiantes universitarios infiltrados en las comunidades, quienes pagaron a trabajadores agrícolas para la formación de sindicatos sin la base o el conocimiento necesario.
La preocupación por los conflictos y el posible desvío de fondos para intereses ajenos a la promoción de los derechos laborales es algo a lo que el gobierno de Donald Trump debe poner fin.
Visto y no visto. Debido a los conflictos laborales, muchas industrias han tenido que cerrar puestos de trabajo, nada favorable para los intereses estadounidenses con miras a frenar la crisis económica regional y la consecuente migración irregular.
En el caso de Honduras, la formación de sindicatos —sin una base sólida— condujo a las maquilas a cerrar más de 400 000 empleos.
El desempleo ha empujado a los ciudadanos centroamericanos a migrar, particularmente a EE. UU., en busca de mejores oportunidades.
Así pues, esa iniciativa ha contribuido directamente la migración que, paradójicamente, pretenden frenar.
Entre líneas. Cerca del 95 % del financiamiento de Solidarity Center proviene de fondos federales del gobierno de EE. UU. y es una de las cuatro entidades asociadas a National Endowment for Democracy, por lo que la designación de uno de los ocho agregados laborales de EE. UU. a Guatemala en 2023, señalaba el cambio de política laboral bajo la administración de Biden.
A dicho cambio, se le sumó un aumento del 550 % al presupuesto de ILAB, el brazo internacional de Departamento de Trabajo (USDOL, por sus siglas en inglés), y la duplicación del personal.
Por lo tanto, estas medidas reflejaban el compromiso que el gobierno demócrata mantuvo con organizaciones como AFL-CIO.
No obstante, la falta de claridad en los objetivos del proyecto, difuminan los intereses promotores de la iniciativa.
Hemeroteca. Anteriormente, AFL-CIO ha sido señalada de sabotear los movimientos sindicales en países latinoamericanos.
Inicialmente, la presencia de esta organización en la región fue promovida por John F. Kennedy, quien veía a la entidad como una oportunidad para incentivar la “revolución de las clases medias”, la cual, según varios comunicados de su administración, se vinculaba con la promoción de golpes de Estado y el establecimiento de dictaduras en Latinoamérica.
En los años 60, el predecesor de AFL-CIO, el American Institute for Free Labor Development (AIFLD) patrocinó sindicatos en la región para instigar revueltas sociales y desestabilizar los regímenes.
Esto demuestra cómo, desde su fundación, esa organización —y sus entidades vinculadas— funcionan como instrumentos de política exterior socialista.
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Glenda Sánchez
Elecciones del CANG: sin límites de financiamiento de campañas
545 palabras | 2 mins de lectura

La última semana de enero se intensificaron las actividades para promover a los candidatos de las 11 planillas que buscan cargos en las directivas del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG). Se desconoce el origen de los fondos, por la ausencia de mecanismos que regulen las actividades.
En perspectiva. En enero, el CANG convocó a la inscripción de planillas para integrar la Junta Directiva (JD) y el Tribunal de Honor (TH); 11 cumplieron con los requisitos.
Los planillas que reflejan más eventos de campaña son Avanza-Coalición Gremial, Unidos por el Derecho, ASPA y UNIÓN. El resto promueven las actividades por las diferentes plataformas digitales.
A la planilla Avanza-Coalición Gremial se la vincula a fiscales del Ministerio Público (MP) y a Walter Mazariegos, rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC); ASPA, con Nester Vásquez, presidente de la Corte de Constitucionalidad, y a UNIÓN con Roberto López Villatoro.
Qué destacar. La creatividad para captar simpatizantes sorprende. Por primera ocasión, participa el mismo número de planillas para JD y el TH. Las invitaciones son a cenas, talleres, presentaciones de libros, almuerzos y actividades deportivas —hasta a una carrera 3K de ASPA Suchitepéquez—.
Destaca la romería en las instituciones que tenga relación con el gremio, como el MP, Organismo Judicial, Tribunal Supremo Electoral, Instituto de la Defensa Pública Penal, Instituto de la Víctima y la USAC.
Lo cuestionable es el origen del financiamiento de las campañas; argumentan que es producto de aportes de los miembros. Sin embargo, no existe cómo verificar que sea cierto.
Entre líneas. Las agrupaciones Avanza-Coalición Gremial, ASPA y UNIÓN presentaron sus planes de trabajo en hoteles en la ciudad, restaurantes ubicados en las zonas 9, 10 y 11; también en el Club de Oficiales. En los departamentos, las presentaciones han sido en cafés, “turicentros” y salones de eventos.
República realizó una cotización de actividades en hoteles de zona 9 y 10. Un restaurante en zona 10 ofrece un salón sin costo a cambio de desayunos o cenas con un valor entre GTQ 65 y GTQ 120; para 100 personas: GTQ 6500 y GTQ 12 000.
Un hotel, en la misma zona, ofrece paquetes de GTQ 205 por persona —incluye un almuerzo y coffee break —y GTQ 245— incluye almuerzo y dos coffee breaks—. A ello se suma el costo del salón: de GTQ 5000 a GTQ 7000.
Un viaje en helicóptero —que se usó en algunas campañas— es de GTQ 5000 hasta GT Q12 000. El valor de los viajes depende de las distancias y la capacidad de la aeronave.
Balance. Organizaciones de la sociedad civil, algunas planillas, y en redes sociales, denunciaron que son los mismos operadores que apoyan: Gustavo Alejos —exsecretario Privado de la Presidencia—, Estuardo Gálvez —exrector de USAC—, Alfonso Portillo; Vásquez Pimentel, Manuel Baldizón, Freddy Cabrera, entre otros.
Aseguraron que previó a la campaña de 2025, utilizaron recursos de la USAC, el Organismo Judicial, del Registro de Información Catastral —y del mismo CANG— para pagar los eventos; disfrazan como foros, talleres o actividades recreativas para las promociones para sustraer fondos.
Recomiendan que se cree una unidad para fiscalizar el gasto y financiamiento de las campañas para transparentar el proceso, evitar los famosos “pagos de favores”, acabar con los botines políticos y recuperar la credibilidad del gremio.
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