Diputados: la vergüenza pasa; el dinero queda en casa

¡Buenos días!

Cinco meses han recibido, los diputados, su abultado y autorrecetado salario, que asciende a GTQ 66 300 —como mínimo—, y aunque algunos se han golpeado el pecho y ofrecido donar el excedente, la cosa es que lo siguen recibiendo, y seguro cuentan con el Alzheimer colectivo de los guatemaltecos.

No hay mucho más que decir sobre ellos —cuando menos, en ese tema—, que son unos sinvergüenzas.

¿Recuerda, usted, cuál fue la última acción de los diputados que llevase genuino beneficio a sus electores? Nosotros, tampoco. 

 
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Unidad por un sueño

El pase de la selección de fútbol de Guatemala a las semifinales de la Copa de Oro ha desatado un sentimiento que recorre las calles, los hogares y los corazones de un país que, con frecuencia, lucha —sin éxito— por encontrar puntos de encuentro. En una nación donde las diferencias políticas, sociales y económicas suelen fracturar el tejido social, el fútbol se ha convertido en un raro espacio de unidad. Este logro deportivo, más allá de los goles y las jugadas, es un recordatorio de que los guatemaltecos podemos compartir un orgullo patrio, un ideal que nos trasciende y nos reúne. 

La hazaña de la selección no es casualidad. Detrás de cada partido ganado hay esfuerzo, disciplina y sacrificio de jugadores que, con talento y determinación, han puesto el nombre de Guatemala en alto. Ellos, con su entrega en la cancha, han logrado algo importante: recordarnos que el trabajo en equipo puede superar casi cualquier obstáculo. Su éxito es una inspiración, un testimonio de que los sueños colectivos son posibles cuando se persiguen con pasión y compromiso. 

Sin embargo, no todo es celebración. Como suele ocurrir, algunos políticos han intentado subirse al carro de la victoria, buscando capitalizar este momento de júbilo para su propio beneficio. Sin haber contribuido al esfuerzo de los deportistas, estos oportunistas pretenden colgarse medallas que no les corresponden, utilizando el fervor popular para lavar su imagen o ganar simpatías. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos de mayor unidad, hay quienes priorizan sus intereses sobre el bien común.

Aun así, deja un mensaje este hito que, trasciende la cancha: los guatemaltecos debemos aprovechar estos destellos de unidad para reflexionar. Si podemos ponernos de acuerdo en apoyar a nuestra selección, también podemos encontrar consensos en temas cruciales para el país. No es necesario estar de acuerdo en todo —ni en política, ni en ideologías—, pero este momento, y otros, demuestran que es posible construir desde lo que nos une. La Copa de Oro nos ha dado un punto de partida, una chispa de esperanza. Depende de nosotros, como sociedad, convertir esa chispa en un fuego que ilumine el camino hacia un futuro más próspero. 

Hoy, celebremos a los jugadores, pero también reconozcamos que sus victorias son una invitación a soñar en grande, a trabajar juntos y a recordar que, en el fondo, todos queremos lo mejor para Guatemala. Que este orgullo patrio sea el primer paso hacia consensos mayores. 

A la postre, Guatemala no ganó en semifinales, pero se le plantó a EE.UU., con un equipo con muchos más recursos. 

La selección jugó muy bien. ¡Gracias, muchachos! 

 
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Ana González
El aumento a los diputados llegó para quedarse
550 palabras | 2 minutos de lectura

Los diputados han recibido ya más de GTQ 300 000, tras cinco meses de percibir el aumento salarial, y están a pocos días de cobrar el bono 14. Es evidente que han dejado atrás cualquier cuestionamiento y esta legislatura pasará a la historia como la que se duplicó el salario.  

Por qué importa. Los diputados no solo comprometieron aún más los recursos del Estado, al aprobar un aumento que —también— beneficia a todos los trabajadores del Congreso que ganan igual o más que un diputado y que antes no recibían el 10 % del incremento. Además, se han alejado de los intereses ciudadanos: desde que se otorgaron el aumento, no han aprobado un solo decreto y apenas han sesionado.

  • El impacto financiero ha sido considerable: el Congreso pasó de desembolsar GTQ 3.9 M mensuales en salarios para diputados a más de GTQ 10 M.

  • Actualmente, cada legislador gana GTQ 66 300 al mes, pero los integrantes de la Junta Directiva superan los GTQ 70 000, y el presidente del Congreso, el mejor remunerado, puede llegar a percibir casi los GTQ 95 000 mensuales.

  • Este aumento también modificó el tope salarial del personal contratado bajo el renglón 011. Desde 2016, ningún trabajador podía ganar más que un diputado, lo que impedía que quienes devengaban más de GTQ 30 000 recibieran el 10 % de incremento contemplado en el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo. Con el nuevo tope de GTQ 66 300, estos trabajadores podrán recibir ese aumento a partir de enero de 2026. 

Visto y no visto.  Aunque 63 legisladores votaron en contra del aumento salarial, con el tiempo, fueron dejando atrás su rechazo inicial; se desvaneció en silencio. Algunos, incluso, fueron más allá, y prometieron donar el incremento. Tal fue el caso del oficialismo, que además anunció una iniciativa de ley para ordenar los salarios de los funcionarios. 

  • Sin embargo, cuatro meses después del anuncio, el panorama es poco alentador. La iniciativa de ley no registra avances y apenas se han realizado dos donaciones: una a los Bomberos Voluntarios y otra a un Hogar de Ancianos en Antigua Guatemala.

  • El grupo de 14 diputados cercanos a Samuel Pérez —que trabaja en la conformación del partido Raíces—, afirma que mantiene su compromiso de seguir donando.  Según el diputado Román Castellanos, ya están trabajando en una tercera entrega. “Nosotros seguimos con las donaciones; la tercera está en proceso, creo que van a ser dos o tres organizaciones”, aseguró.

  • En tanto, Raúl Barrera, integrante del otro bloque que apuesta por la recuperación del partido Semilla, confirmó que no han realizado más donaciones. En su caso, explicó que están “invirtiendo” en la recuperación del partido, cubriendo gastos como el mantenimiento de la sede y asesoría legal.  Lo cierto es que el ofrecimiento inicial de donar como bloque oficialista, con los 23 diputados en conjunto, ya no existe.  

En conclusión: El aumento salarial no solo representa una carga adicional al presupuesto del Congreso, sino que evidencia que no hay conexión entre la agenda y las demandas ciudadanas.  

  • Cinco pagos con incremento después, las promesas de transparencia, compromiso y donaciones se han diluido, y el Congreso sigue sin avances. Lo que inició con rechazo y justificaciones terminó normalizándose, y dejó claro que, una vez más, que el dinero pesa más que los compromisos de país. 

 
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Marimaite Rayo
Licencias del MARN, un doloroso paso en la burocracia
557 palabras | 2 minutos de lectura

Las licencias ambientales del MARN, más que proteger el entorno natural, se han convertido en un obstáculo burocrático que retrasa proyectos productivos, evidencia la mala gestión y fomenta la discrecionalidad.

Por qué importa. Las licencias ambientales son los documentos extendidos por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) que avalan el cumplimiento de medidas por parte de proyectos, obras o actividades, para minimizar su impacto en el medioambiente. 

  • En el pasado, la aprobación de licencias se había convertido en un negocio rentable para algunas autoridades de turno, como lo demuestran las denuncias por corrupción del MARN.

  • No obstante, actualmente, la mala gestión del Ministerio y la falta de conocimiento técnico entre los cuadros administrativos ha convertido a estas licencias en obstáculos para el desarrollo en el país.

  • Aunque sí existe disposición por parte de las autoridades para hacer más transparentes los procesos de aprobación, como para el resto de la actividad pública, la buena voluntad no es suficiente.

Los datos. De acuerdo con la información obtenida mediante el acceso a información pública, el MARN ha mantenido un ritmo constante en la aprobación de las licencias ambientales.  

  • Las licencias tipo C, que corresponden a proyectos de bajo impacto ambiental, son las que han registrado un mayor incremento en su aprobación entre 2021 y 2025, dado que estas han pasado de 537 a 1067, en el primer semestre del año.

  • Asimismo, en los últimos cinco años, 2023 se posiciona como el año con el mayor número de licencias aprobadas: 2637 en total; 20 para proyectos de alto impacto; 1557 de impacto moderado; 982 de bajo impacto, y 78 de mínimo impacto ambiental.

  • Consecuentemente, aunque desde 2024 sí observa un descenso en el número de licencias, los datos replican patrones de años anteriores, lo cual no se corresponde con la creciente demanda de proyectos productivos y de construcción.

Visto y no visto. El ritmo de aprobación de licencias ha sido constante, debido al tiempo que tardan en aprobar los proyectos, lo cual no solo genera una presa cada vez más grande de expedientes, sino que también refleja una percepción errónea de avance.  

  • Asimismo, los expertos critican que la presa de expedientes es utilizada por las autoridades de forma irresponsable, ya que cuando se busca dar una imagen de eficiencia se alude a la reducción de número de procesos pendientes, mientras que cuando se quiere justificar los atrasos, se utiliza como excusa.

  • Otro problema que se ha agudizado con esta administración es la alta tasa de rotación de personal, lo cual desemboca un recurso humano poco capacitado, además de que aumenta los tiempos de aprobación y el margen de error.

  • Por último, la falta de unificación de criterios en torno a la legislación ambiental genera ambigüedades y aumenta la discrecionalidad en la aprobación de las licencias.

En conclusión. Los retrasos en la aprobación de las licencias medioambientales son el resultado de la falta de experiencia en la gestión pública, además de una —percibida, cuando menos— reticencia hacia las actividades productivas.  

  • Asimismo, la divergencia entre lo que los asesores del Ministerio consideran como prioridad, y lo que la legislación vigente establece como obligación, genera un obstáculo para el desarrollo del país.

  • Por ende, si el objetivo es la transparencia, la única solución es la simplificación de procesos, a fin de reducir los obstáculos burocráticos que favorecen la opacidad y los retrasos. 

 
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