EE. UU. sufre el declive demócrata

¡Buenos días!

Ciertamente, la corrupción estatal es uno de los más grandes lastres al desarrollo de las naciones; sin embargo, una cosa es la genuina lucha contra la corrupción, y otra el discurso. Recientes eventos, tanto en EE. UU. como en Guatemala, dan cuenta de ello.

Ha resultado, en más de una ocasión, que quienes enarbolan el discurso “anticorrupción” son precisamente los corruptos. Lo que buscan es –aparentemente– desplazar a otros corruptos para tomar su lugar. Así lo han demostrado las “élites” estadounidenses, tanto políticas como empresariales. 

Sin duda, hay que guardarse de los falsos profetas.

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Editorial: El que al cielo escupe, en la cara le cae

Exdirector de Caminos: "No hubiera firmado el contrato porque no avalo la corrupción"

Cinco puntos claves para rescatar el turismo en Guatemala

El que al cielo escupe, en la cara le cae

Tarde o temprano, las incongruencias entre el discurso y las acciones resultan evidentes, y quienes son descubiertos no tienen cómo tapar el sol con un dedo, por más que traten.

Los poderes hegemónicos –los imperios de antaño– siempre han aplicado un doble rasero; obligan a su “patio trasero” cumplir un set de reglas que ellos mismos no cumplen. No lideran con el ejemplo, sino con moralina, garrote, chequera o los tres.

EE. UU., históricamente, ha dado cátedra en ello; por la razón o la fuerza –como dice el escudo de armas chileno– han impuesto su parecer a países soberanos por más de 100 años. Esto es particularmente patente en el continente americano, claro está, mas no exclusivamente.

Sin necesidad de remontarse al siglo pasado, tan recientemente como 15 años atrás, fue forzada la mano de Guatemala en aceptar una “comisión internacional contra la impunidad” pero que desde el inicio tuvo sus mayores apoyos desde EE. UU.; fueron sus más fuertes financistas.

Hoy –bajo los demócratas– Washington pasa sus más oscuros momentos, cuando su presidente, Joe Biden, es notoriamente incompetente para despachar los asuntos de esa nación. Sin importar desde cuándo lo supieran las élites demócratas, mientras el público en general no se enterase, no importó.

Allá, la verdadera “elite” –desde Hollywood a las big tech, pasando por el deep state– ha manejado a su títere para su beneficio y ahora conspira para removerlo de la nominación, a pesar de que, luego de todo un proceso democrático de primarias partidarias, ha sido el ganador. ¡Vaya si allá no mandan las élites por sobre la democracia!

Para colmo de males, esta semana fue condenado el senador demócrata Bob Menéndez, por 16 cargos de corrupción. Menéndez, un miembro del establishment demócrata –presidente de la poderosa comisión de Relaciones Exteriores del Senado– fustigó siempre contra Guatemala y sus gobernantes; abogó y apoyó a la CICIG, mientras él recibía oro, vehículos y dinero de gobiernos extranjeros. Mientras él era corrupto.

No puede haber quedado más claro el doble rasero de la administración demócrata luego de estos últimos días. Hoy enfrentan a Donald Trump, al que han perseguido por un sinfín de cargos con tal de mermar su popularidad o, mejor aún para ellos, sacarlo de la contienda; ha sido condenado en jurisdicciones demócratas, mientras los procesos federales –con un poco de más supervisión– han sido desestimados. Prueba casi irrefutable de lawfare, del que, por cierto, también acusan a nuestros países de aplicar.

Ahora, los demócratas quedan desenmascarados como los fariseos que son.

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Luis González
Exdirector de Caminos: "No hubiera firmado el contrato porque no avalo la corrupción"
764 palabras | 3 mins de lectura

El exdirector de la Dirección General de Caminos (DGC), Gilberto Guerra, devolvió con mayor fuerza los señalamientos que el ministro Félix Alvarado hizo al anunciar su remoción del cargo.

  • Contrario a lo expresado por Alvarado junto con el presidente Bernardo Arévalo en conferencia de prensa del 11 de julio, Guerra rechazó que haya bloqueado la contratación para reparar el tramo de la Autopista Palín-Escuintla.

  • Dijo que la DGC redactó las bases para las licitaciones, pero el viceministro Max Alejandro García, y sus asesores, no siguieron el proceso legal. Plantearon diferentes cambios y, al final, interfirieron en la comisión nombrada para calificar el segundo evento de compra directa.

  • "Si el expediente hubiera llegado a mis manos –porque nunca llegó– no lo hubiera suscrito, porque no avalo la corrupción. Lo que estaban haciendo eran actos dudosos, por no decir otro adjetivo", enfatizó el exfuncionario.

Por qué importa. Las irregularidades cometidas en los cuatro días que tardó el estado de Calamidad dejaron un mal sabor y sin trabajo a cinco jefes de Caminos. Lo peor es que quedó en evidencia la ineptitud de los funcionarios para adjudicar un evento preparado con anticipación.

  • El viernes 5 de julio, el ministro Alvarado convocó a las autoridades de la DGC para pedirles que preparan tres licitaciones: renta de maquinaria, contratación de puentes provisionales y la reparación de la Autopista Palín-Escuintla.

  • El proyecto de la autopista fracasó por la interferencia del viceministro y sus asesores. En el primer intento solo se recibió una oferta por GTQ 105M y fue rechazada. Guerra indica que no sabe por qué la objetaron, aunque el ministro dijo que fue por lo elevado del monto. La licitación estuvo abierta de las tres de la madrugada a las tres de la tarde del miércoles 10 de julio.

  • El jueves 11 crearon otro evento de compra directa con tan solo una hora para ofertar. El exdirector de Caminos dice que tenía irregularidades. Se invitó de manera verbal a tres oferentes que bajaron el monto, pero igual se canceló. El ministro Alvarado responsabilizó del hecho a Guerra, pero el aludido dice que fue por causa del viceministro y sus asesores. Al final, el tiempo no les alcanzó porque esa tarde el Congreso improbó el estado de Calamidad creado a propósito para comprar, durante cuatro días, obviando los tiempos de ley.

Voces. Guerra compartió detalles de lo sucedido luego de presentar una denuncia contra Alvarado, García y los asesores Pedro Pablo Melini, Miguel Monzón y Lester Yupe Alvarado. Los señala de abuso de autoridad, tráfico de influencias, pacto colusorio en las adquisiciones públicas, difamación e incumplimiento de deberes.

  • "Lo que buscan es limpiarse en mí y en otras personas por el fracaso del propio ministerio al no adjudicar un solo proyecto para atender la Autopista Palín- Escuintla", comentó Guerra.

  • "Se recibieron presiones del viceministro y sus asesores para subir un nuevo evento por modalidad de contratación directa que sería publicado a primera hora, antes de que se improbara el estado de Calamidad. Siempre fue mi intención ayudar a resolver, pero me di cuenta de que no teníamos bases, no se habían girado invitaciones por escrito, solo mediante llamadas y el procedimiento no se realizaba de buena manera. La noche del miércoles y madrugada del jueves fue de una lucha constante con ellos. Se hizo llamado para seguir el proceso como debe ser, pero ellos entendían que en el estado de Calamidad se pueden obviar todas las leyes", añadió.

  • Dijo que lo sucedido es el "resultado de colocar personas poco aptas para estos puestos. El desconocimiento de la administración pública es más que evidente. Acepté el cargo porque yo también compré lo de la 'nueva primavera' y la 'transparencia', pero lo que se hizo no fue nada transparente y la persona que fue transparente fue la que fue señalada en la conferencia de prensa", subraya Guerra.

En conclusión. El exfuncionario comentó que se va del cargo "decepcionado profundamente de las actuaciones de las últimas semanas. Me voy con la frente en alto, con fe en Dios en que todo saldrá bien. Confiado porque sé que la verdad me asiste y muy orgulloso de mi accionar que cómo prevalecieron los principios que me inculcaron mis padres".

  • Con estas declaraciones, el gobierno y ministro de Comunicaciones quedan mal vistos. Sabían que el estado de Calamidad se iba a improbar, pero previeron que cuatro días serían suficientes para conseguir los contratos.

  • ¿Qué intereses particulares privaron para no adjudicar los eventos? Guerra dice que no puede asegurar que se buscaba beneficiar a cierta constructora, pero lo que sí resalta es que el procedimiento fue irregular.

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Rafael Párraga
Cinco puntos claves para rescatar el turismo en Guatemala
742 palabras | 3 mins de lectura

República abrió ayer sus puertas para celebrar su cuarto Desayuno en Redacción: "Más allá del AILA: Polos turísticos del Mundo Maya al Pacífico". Contó con invitados influyentes del sector público y privado, con el fin de intercambiar ideas sobre el futuro del turismo en Guatemala. Los ponentes fueron Rolando Schweikert, presidente de la Cámara de Turismo; Azucena Zelaya, directora general de Aeronáutica Civil; Marcela Toriello, presidenta de TAG Airlines, y Niels Erichsen, socio director de Pacific Fins Resort & Marina.

El desayuno dió continuidad al Congreso de Infraestructura "Aeropuertos: eje del Desarrollo Inclusivo" del 18 de junio.

A continuación, encontrará los cinco puntos clave que emergieron de la conversación.

1.⁠ ⁠Hay voluntad para trabajar

Los actores de los sectores público y privado están en la disposición de unir esfuerzos; lo consideran indispensable. A pesar de ello, no se ha encontrado el mejor mecanismo o la ruta. Hablan el mismo idioma, pero, al hacerlo los dos a la vez, no se entienden.

El empresario tiene el conocimiento y el funcionario la capacidad de implementar. El divorcio entre lo público y lo privado tiene que terminar, con el bienestar de los guatemaltecos en mente. Si bien el modelo de alianzas público-privadas funciona, hay que estrechar estos lazos también en aspectos más amplios. Las mesas técnicas, los espacios de intercambio de opiniones e incluso las capacitaciones impartidas por miembros del sector privado son mecanismos urgentes de aprovechar.

2.⁠ ⁠Hay que empezar pronto

Los problemas están sobre diagnosticados; las soluciones deben ser a corto plazo –para el sector turístico– pero en el área aeroportuaria, los procesos toman tiempo y se ven a mediano y largo plazo. Es importante empezar por cambios pequeños que marquen una diferencia tangible antes de las reformas institucionales necesarias. 

Los operadores turísticos no venden los viajes a Guatemala a cuatro o seis años vista, sino que a seis meses. Esfuerzos pequeños y notorios hacen la diferencia para atraer turismo, como mantener limpios los baños, arreglar el sistema de aire acondicionado y la estética del AILA. A pesar de ello, los costos pueden ser altos. La reparación del año acondicionado, por ejemplo, puede tardar hasta un año y tener un costo de hasta GTQ 80 M.

3.⁠ ⁠Los pequeños detalles importan

Se debe crear una mística de trabajo en los aeropuertos; si bien la infraestructura es importante, toma tiempo. En cambio, el buen servicio y atención al turista (derivado de una buena preparación y disposición) es un intangible que se puede desarrollar muy rápido y da réditos.

El personal del aeropuerto —desde el personal de limpieza hasta agentes aduaneros— son promotores turísticos. Una buena experiencia con un personal atento y profesional puede compensar la mala experiencia generada por problemas de infraestructura y logística. 

Sin embargo, hacen falta incentivos. El personal del AILA –y de los otros aeropuertos– está infra pagado y tiene poca estabilidad laboral, con renovaciones contractuales cada tres meses. Esto dificulta la construcción del sentido de pertenencia en el trabajo. Se están haciendo cambios en el régimen contractual para ampliar a un año; planes de entrenamiento, y cambios administrativos que ahora buscarán centrar al personal en la experiencia humana del turista. 

4.⁠ ⁠Hace falta visión

Más que desarrollar turismo “comunitario”, lo que ha sacado adelante a la industria en otros países es pensar en grande. Desarrollos de marina, campos de golf y townhouses. La derrama es, por mucho, superior. Si bien la Biósfera Maya es un atractivo turístico distintivo para Guatemala, no pueden enfocarse todos los esfuerzos en un sector con muchas limitantes de infraestructura. 

Es importante reenfocar la estrategia de promoción de Guatemala y explotar distintos mercados que pueden diversificar la oferta turística del país ante el mundo. Usar figuras populares en distintos mercados de nicho —como la pesca— han funcionado para atraer turismo a industrias que no son tomadas en cuenta por las autoridades gubernamentales. 

5. Más talento, por más tiempo

Hay talento dentro de la administración pública, sin embargo, el tiempo no alcanza. Aprender de la cosa pública es un proceso tardado, con un periodo de adaptación lento. A pesar de intentar llevar los mejores talentos a cargos administrativos, la alta rotación burocrática entorpece el desarrollo de proyectos.

Al llegar al puesto, muchos funcionarios saben qué hacer, pero no saben cómo. Se debe respetar la curva de aprendizaje dentro del Estado y dar tiempo para que esa formación dé frutos. Es necesario explotar esos talentos en puestos clave, especialmente dentro del Instituto Guatemalteco de Turismo, con una visión a largo plazo y con suficiente tiempo para aprender, planificar, trabajar y ejecutar. En Guatemala apenas alcanza el tiempo para aprender.