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El último boletín del año
República Política
December 19, 2024
¡Buenos días!
Este es el último boletín del 2024; regresaremos el 6 de enero del 2025 con renovadas fuerzas, pero con el mismo compromiso de siempre para con nuestros suscriptores.
Estos días finales de diciembre serán para pasar con familiares y amigos cercanos; para gozar y festejar. Es importante tener presente para qué hacemos lo que hacemos, día con día. El trabajo dignifica, y aporta a la sociedad y las familias.
Este fue un año con no pocos sobresaltos en el ámbito político; el primer año de un nuevo gobierno que pareció no haber encontrado la ruta en más de un sentido. La curva de aprendizaje no puede ser tan larga y costosa.
El otro año continúan los retos olvidados y desatendidos en este; habrá que ponerle especial atención a la construcción de infraestructura —aeroportuaria, portuaria y vial— desatendida en este 2024.
Estamos muy agradecidos con ustedes, nuestros suscriptores, por habernos escogido como su principal medio de información y análisis político. Lo apreciamos mucho.
Les deseamos una muy feliz Navidad y un próspero año nuevo.
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En este boletín:
•Editorial: Un año de Gobierno deficiente
•Los polos de poder en el primer año de la X Legislatura
•Guido Ricci: Aumentar el salario debe ser una decisión técnica, no política
•El Rincón de los Libros: Hispanidad, potencia dormida
Un año de Gobierno deficiente
A pocos días de terminar el 2024 —y a menos de un mes de cumplirse el primer año del Gobierno de Bernardo Arévalo— el balance, si es ecuánime, no puede tener saldo positivo.
En lo administrativo, tal vez, ha habido algunos avances. Enderezar la gestión pública que quedó tan desbaratada por la anterior administración; un entramado gubernamental diseñado para el latrocinio.
Este ha sido un año, muchos tropiezos y novatadas. Por mencionar algunos, la destitución de una ministra a inicios de la gestión por algo que continúan haciendo funcionarios de gobierno: usar vehículos gubernamentales para asuntos particulares. No se puede ser “más papista que el Papa”, y eso en lo que han hecho.
Más preocupante todavía es el caso del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, que ha tenido ya dos ministros —una fue destituida y el otro renunció— y ahora, más de un mes después, sigue sin un ministro nombrado.
La gestión de esa importante cartera tiene algunos aciertos, como el esfuerzo de ordenar las cosas en el ámbito aeroportuario, a pesar de la nefasta acción de algunos sindicalistas. Sin embargo, es muy poco. Habiéndole puesto especial atención desde inicios de año, es imperdonable que no se haya presentado aún “el primer borrador” de lo que debe ser una normativa que separe la regulación y la operación aeroportuarias. Termina el año sin siquiera eso.
Ni hablar de la infraestructura vial que está abandonada. En palabras del viceministro encargado, no hay obra alguna —nueva— que haya hecho este Gobierno. En un año.
La gestión de los derrumbes en la autopista Palín-Escuintla fue vergonzosa; sigue sin restituirse como se debe. Un verdadero monumento a la ineficiencia. No es el único caso; en la ruta al Atlántico hubo un derrumbe que, de no ser por el sector privado, jamás se hubiese despejado. Aún hay más: otro derrumbe en esa misma ruta, pero ahora en el km 61, que desde hace dos meses obstaculiza dos carriles. En esta ocasión, el CIV no ha hecho nada y tampoco ha permitido que, como ya es costumbre, el sector privado le saque las castañas del fuego al Gobierno.
No puede hablarse de una administración eficiente, tampoco, cuando luego de pelear una innecesaria ampliación presupuestaria, se llega al final del año fiscal con virtualmente esa cantidad en caja, es decir, no se usó.
En lo político, los éxitos que ha conseguido el Ejecutivo pueden contarse con los dedos de una mano. Que los atletas guatemaltecos —que trajeron una medalla de bronce y una de oro— pudiesen ir con los colores y la bandera nacionales. Fue una gestión exitosa. Pero hasta ahí.
Los logros legislativos, como aprobar la innecesaria ampliación presupuestaria, la Ley de Competencia y el presupuesto 2025, salieron muy caros. El chorro nunca se cerró y el aceite que lubrica la corrupción —el presupuesto— lubricó como siempre.
Remozamiento de escuelas y de algunos centros de salud, así como la habilitación de rutas de terracería son algunos de los “éxitos” que el gobierno ha calificado como “históricos”, adjetivo que todas las administraciones usan para lo que consideran sus logros, pero que no son tales, pues son su obligación. Solo falta que ahora se deba aplaudir que los funcionarios hagan lo que tienen que hacer.
En el 2025, el Gobierno no puede seguir así. La ciudadanía no se lo permitirá.
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Ana González y Marimaite Rayo
Los polos de poder en el primer año de la X Legislatura
828 palabras | 4 mins de lectura
El primer año de la X Legislatura ha llegado a su fin, marcando también el cierre del primer ciclo político de la presidencia de Bernardo Arévalo. La falta de fuerza del oficialismo en el Congreso terminó cuando recurrieron a los métodos de negociación del pasado.
Como resultado, se formaron diversas alianzas, más motivadas por el poder que por la afinidad ideológica, dentro del hemiciclo. Estas alianzas buscaron avanzar tanto en la agenda del Ejecutivo, como en los intereses personales de los diputados.
Panorama general. Los primeros días de la legislatura estuvieron marcados por la energía y el ímpetu del bloque oficialista.
Sin embargo, esta fortaleza se desvaneció rápidamente debido a una serie de golpes legales, como la resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC) que trajo abajo la elección de Samuel Pérez como presidente de la Junta Directiva y el rechazo a su participación en las comisiones legislativas, a la suspensión ordenada por un juez penal del partido Movimiento Semilla.
Esta situación generó un vacío de poder en el Congreso, lo que llevó a la formación de diversos polos de poder, con el fin de que algunos de ellos marcasen el rumbo de la agenda parlamentaria y las negociaciones políticas.
Mediante un análisis cuantitativo de los patrones de votación, se identificaron cuatro polos de poder diferentes: el bloque oficialista, liderado por Samuel Pérez, los dos ejes de poder de VAMOS, encabezados por Allan Rodríguez y Shirley Rivera, y la reagrupación de la UNE, con Adim Maldonado a la cabeza.
Los ganadores. En esa distribución de poder, los grandes ganadores fueron aquellos diputados que lograron despejar el camino para un bloque oficialista debilitado, como Luis Aguirre y Nery Ramos, quienes fungieron como bisagras entre las diferentes bancadas.
Por un lado, Aguirre facilitó la conciliación de intereses entre los diputados distritales, quienes fueron claves para la aprobación de iniciativas como la Ley de Competencia, la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria, el Presupuesto 2025, entre otras.
Por otro lado, Nery Ramos, como presidente de la Junta Directiva, con el apoyo de otros como Julio Héctor Estrada, moldearon la agenda legislativa y marcaron el orden de discusión dentro del hemiciclo de tal manera que fueran favorables para el oficialismo.
De este modo, el ahora cancelado partido Semilla logró desbloquear la agenda legislativa y avanzar sus intereses.
En el radar. El bloque de la UNE también experimentó una reorganización significativa debido al desgaste político que enfrentó.
Aunque inicialmente se vio debilitado, especialmente por el prematuro alineamiento de diputados como Adim Maldonado y José Inés Castillo con el oficialismo, la tradicional disciplina partidaria permitió una reestructuración interna.
La confrontación entre la secretaria general, Sandra Torres, y Maldonado provocó una división en el bloque, que resultó en la remoción de varios legisladores del Comité Ejecutivo Nacional y la confirmación de lealtades hacia la expresidenciable, como hacia Castillo.
Maldonado, a excepción de la jefatura de la bancada, quedó completamente debilitado. Esto lo llevó a buscar apoyo en otras bancadas, particularmente entre diputados afines a Vamos, con el objetivo de consolidar una plataforma sólida de cara a los próximos comicios.
Visto y no visto. Las votaciones han puesto de manifiesto la fractura interna en la bancada VAMOS, que dirige Allan Rodríguez. Aunque la agrupación suma 39 integrantes, menos de quince permanecen leales al diputado de Sololá.
El futuro de la agrupación no sorprende, ya que el desgaste de ejercer el poder obliga a sus miembros a buscar nuevos aires en otras formaciones políticas de cara al proceso electoral de 2027.
Una de las diputadas que ha tomado distancia es Shirley Rivera, quien trabaja en la conformación de un nuevo partido conocido como Nuevos Tiempos, junto al exalcalde de Villa Nueva, Javier Gramajo.
Su comportamiento en las votaciones refleja claramente que, aunque sigue siendo parte de la bancada, sus intereses están orientados hacia la consolidación del nuevo partido político.
Los datos. Los 23 diputados electos por Semilla han mostrado unidad, al menos en la mayoría de las votaciones, con excepción en la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones.
No obstante, justificaron sus diferencias alegando problemas con el tablero de votación o la falta de tiempo para votar, razones por las cuales, aseguraron haber solicitado que se corrigiera en el acta.
Será necesario observar si dicha cohesión se mantiene, ya que la agrupación está a un paso de desaparecer del mapa político. La Corte de Constitucionalidad tendrá la última palabra.
Semilla podría convertirse en la primera agrupación en desaparecer del radar político estando en el ejercicio del poder.
En conclusión. El segundo año de la legislatura será decisivo, porque la situación de Semilla podría dar lugar a una reconfiguración de las fuerzas políticas.
Habrá que ver qué liderazgos emergen para ocupar el lugar de los diputados oficialistas.
Aunque intenten retener cierto control político como partido de gobierno, si permanecen como diputados independientes, perderán la capacidad de influir, lo que permitiría que otras figuras aprovechen ese vacío con miras a las próximas elecciones.
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Por: Luis González
Guido Ricci, director de la Unidad Laboral del CACIF, hace un llamado al presidente Bernardo Arévalo para analizar las consecuencias de aumentar el salario mínimo por decisión política y no técnica. Explica qué trabajadores y sectores son los más afectados por un incremento que no tome en cuenta la realidad del país y de las empresas.
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Geohispanidad, es un trabajo exhaustivo. Muy voluminoso, sin perder por ello frescura y amenidad. Su autor, Pedro Baños, coronel en la reserva, es un reconocido analista español. Escritor y conferencista en geopolítica, estrategia y seguridad internacional.
El primer bloque estudia la historia. Hechos; no propaganda interesada. Engloba una descripción de cómo era América antes de la conquista (aztecas, mayas, incas, mapuches…). Descubrimiento de un nuevo mundo (exploración, conquista, asentamiento y avances sociales). Declive e independencia de la América española y la España ultramarina (Cuba, Puerto Rico, Filipinas). Orígenes, evolución y superación de la Leyenda Negra… Los que se desentienden de conocer la historia están condenados a repetirla. El Imperio español fue artífice de la primera globalización. Lo bueno y lo malo forjó la civilización que hoy nos hermana. Y, conviene insistir en esto, España no tuvo colonias en América. Los habitantes de los territorios ultramarinos, protagonistas del mayor mestizaje de la historia, gozaban de los mismos derechos que los españoles peninsulares. Toda esta cultura política elaborada en el siglo XVI cristaliza en la Constitución de Cádiz (1812), punto de unión de los “españoles de ambos hemisferios”.
El segundo trata dos aspectos del contexto actual. El indigenismo y su rechazo al pasado hispano común. Se estima que un 8 % de la población de Iberoamérica (40M) son indígenas. Su cosmovisión e idiomas constituyen un valioso patrimonio a cuidar.
Y la geopolítica: EE. UU. y China chocan en todos los frentes. Hispanoamérica ha dejado de ser solo el patio trasero de Washington para convertirse en un plato goloso para las ansias de Pekín por hacerse con sus inmensos recursos naturales. Rusia, India… también quieren su parte del pastel hispano. A ninguno de ellos le interesa la unidad de la Hispanidad.
Es relevante la convergencia con Europa a través de España. El de los minerales estratégicos es un ejemplo de interés mutuo. Mas en ningún caso debe significar una colonización 2.0; las alianzas han de respetar territorio y anhelos americanos.
El tercero es de especial pertinencia. En El Futuro es AHORA, Baños esboza el camino hacia lo que puede ser el Nuevo Siglo de Oro Hispano. España llevó a América mucho más que el idioma: la herencia de Grecia y Roma, la religión católica, el arte vinculado al Renacimiento, el inicio del derecho de gentes …
La hegemonía cultural debe preceder siempre a la política. Se hace hincapié en el español, hablado oficialmente en 21 países (aunque Puerto Rico no lo sea estrictamente). Presente – con fuerza variable – en Filipinas y el Sáhara Occidental. Junto a este último, Guinea Ecuatorial forma Hispanoáfrica. Administrada por España de 1901 a 1968 es la nación africana con menor tasa de analfabetismo, no superando el 5 %.
La Asociación de Academias de la Lengua Española agrupa las de 23 países (incluidos Filipinas y EE. UU.). Y se está tramitando la incorporación de Israel, donde una parte de su población sigue hablando el judeoespañol.
Según el anuario 2023 del Instituto Cervantes, el español es la segunda lengua materna del mundo (500M, 6.2 %). Más de 66M tienen una competencia limitada. En 2060, EE. UU. será el segundo país con más hispanohablantes tras México.
Superan los 23M los que lo estudian como lengua extranjera. Logro esencial sería convencer a China para adoptar el español como primera lengua extranjera en sus colegios, en vez del inglés.
El 8 % de los usuarios de internet se comunican en español.
Conviene evitar la colonización cultural por parte de la angloesfera: palabras importadas gratuitamente del inglés. Como señala el autor: “una madalena sabrá siempre mejor que un muffin”.
En lo político, sin embargo, la Hispanidad es una realidad fragmentada. Con frecuencia desorientada por nacionalismos, un mal entendido indigenismo, tutela económica y política anglosajona (principalmente de EE. UU.) … En España existe tanta o más hispanofobia que hispanofilia promovida por independentismos internos.
Sin olvidar el control militar. Directo: Gibraltar y Malvinas en manos británicas; Guantánamo y Puerto Rico estadounidenses. Indirecto: EE. UU. tiene más de 70 bases militares en Hispanoamérica. A ellas se suman dos en España.
Baños invita a la comunidad hispana a unir fuerzas para afrontar en posición ventajosa el cambio de paradigma geopolítico. Hay, por supuesto, desafíos a superar: desigualdad, crimen organizado, migraciones masivas, desconfianza en las instituciones, malestar social…
Se trata de una visión de largo alcance que levanta las barreras nacionales y proyecta un espacio atlántico, igualitario y panhispánico. Una igualdad que conjugue desarrollo individual con bienestar social. Prosperidad desde criterios apolíticos y líderes tecnócratas capaces de generar riqueza basada en recursos propios. La empresa liderando sin ataduras el desarrollo económico.
La diversidad de la Hispanidad es su esencia. No obstante, Baños aboga por un espacio común superando fronteras. Una verdadera hermandad. Reforzar los lazos y deshacer las controversias que nos separan. Invitar a la comunidad hispana a unir fuerzas para construir un ámbito colectivo con voz propia, poderosa e influyente. Convertirse en un instrumento de bienestar. El proyecto incluye a los lusófonos, con quienes tanto comparte el mundo hispano.
Hay, para finalizar, 8 sugerentes apéndices, así como una amplia bibliografía. El libro es todo lo arriba expuesto. Y muchísimo más.
La Hispanidad no debe seguir a merced de las potencias dominantes, actuales y futuras. Posee entidad suficiente para valerse por sí misma. Que esté adormecida no quiere decir que no vaya a despertar. ¡Lo está haciendo!
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