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Giammattei deja saldo negativo
¡Buenos días!
A las puertas de la asunción de un nuevo gobierno en Guatemala y que tenga que enfrenar el ejercicio del poder, conviene la comparación con experiencias recientes en la región. Más allá de Noboa en Ecuador, que ha dejado la sensación de traición a sus votantes al hacer una alianza con el correísmo buscando la gobernabilidad, Javier Milei asumió la presidencia de Argentina hace menos de un mes y ya da mucho de qué hablar.
Concebido como el “primer presidente libertario del mundo” desde antes de tomar posesión dio muestras de moderación, o cambio entre lo propuesto en campaña y lo que haría. Esos días de su gestión lo han confirmado. Abandonando las posturas más extremas del libertarismo, ha tomado medidas bastante alejadas del liberalismo.
Precisamente a pocos días de que Alejandro Giammattei deje la presidencia, revisamos algunos de los temas más controversiales –que son pletóricos– de su gestión. Deja el cargo con un rechazo popular altísimo, generado por su mala y opaca gestión. La ciudadanía ya lo ha juzgado –mal– y queda por verse si también lo hará la justicia.
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Hilos en este boletín:
•Análisis: Milei abraza el pragmatismo político para resolver la crisis argentina
•Giammattei deja balance negativo, según analistas
Rafael Párraga
•Análisis: Milei abraza el pragmatismo político para resolver la crisis argentina
625 palabras | 3 mins de lectura
Menos de un mes después de haber tomado posesión, Javier Milei ha cambiado el idealismo por un pragmatismo necesario para cumplir con sus promesas de campaña.
Panorama general. Solamente 48 horas después de que Milei asumió la presidencia, su ministro de economía, Luis Caputo, ya había anunciado medidas tajantes, como una devaluación del peso de hasta la mitad de su valor en un solo día. Desde su primera medida de ajuste, las reformas drásticas no han cesado.
En la segunda semana, Milei anunció un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que deroga hasta 366 leyes con el fin de desregular la economía.
Adicionalmente, en su tercera semana en el poder, envió al Congreso el más profundo de su paquete de reformas, titulado “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos”, conocida popularmente como la “Ley Ómnibus”.
Tanto la Ley Ómnibus —con más de 300 páginas y hasta 664 artículos— como el DNU, han generado un previsible rechazo por parte de los sindicatos, que aparte de presentar amparos en contra de las medidas han convocado ya a manifestaciones y a un paro nacional el 24 de enero.
Entre líneas. Los paquetes de reforma abren las puertas para la privatización de las 40 empresas públicas y cambios en el ámbito laboral, que buscan la formalización de la economía, además de hacer crecer el sector productivo. No obstante, Milei ha sido criticado por algunas medidas “antiliberales” que son necesarias para asegurar la gobernabilidad y la ejecución de sus promesas.
Entre las medidas más polémicas se encuentra el decreto de emergencia nacional hasta el 31 de diciembre de 2025, lo cual permitiría a Milei ejecutar su proyecto de reformas evitando enfrentarse a la mayoría peronista del Congreso.
Adicionalmente, limitaría el derecho a huelga, prohibiendo cualquier manifestación de más de tres personas sin previa notificación y castigando con entre cuatro y cinco años de prisión a aquellos que usen armas en manifestaciones y que impidan, estorben o entorpezcan “la circulación o el transporte público o privado".
El paquete también cambia la regulación del uso de armas, despenalizando su uso "en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo”. Actualmente, un argentino solo puede utilizarlas “cuando su vida o la vida de otras personas estén en riesgo”.
Sí, pero. La crisis económica, social y política de Argentina no puede abordarse con medidas menos drásticas. La falta de contundencia fue lo que, en su momento, condenó al fracaso al gobierno de Mauricio Macri, un error que Milei ha dejado claro que no piensa cometer, al declarar que “no hay alternativa para el ajuste”.
Milei enfrenta a un Estado clientelar, dónde los sindicatos extorsionan al sector productivo del país y el peronismo sigue dominando el legislativo, capaces de paralizar su gestión y evitar sus reformas.
Con poco capital político para gobernar, Milei ha abandonado el idealismo de la doctrina libertaria y ha iniciado su mandato asegurando su gobernabilidad, ejerciendo el poder puro.
A pesar de ello, los sindicatos ya dieron su primer golpe con el fallo del tribunal de la Cámara de Trabajo, que deja sin efecto la desregulación del mercado laboral argentino y la limitación del derecho de huelga, en respuesta a un amparo presentado por la mayor central sindical de Argentina.
El balance. Para Milei es vital aprovechar la popularidad de su fresca victoria electoral y mantener la disciplina en su coalición legislativa, además de atraer el apoyo de congresistas y senadores del radicalismo. El presidente enfrentará meses llenos de paros sindicales, batallas en tribunales y en el Congreso para poder resolver la crisis en Argentina, por lo que tendrá que seguir abandonando el ideario del libertarismo y abrazar cada vez más el pragmatismo en el ejercicio del poder.
Luis González
•Giammattei deja balance negativo, según analistas
859 palabras | 5 mins de lectura
Por donde se quiera analizar, el gobierno de Alejandro Giammattei quedó a deber, según analistas. Solo en datos macroeconómicos se salva, pero aún en ese campo se considera que no hay un legado importante del mandatario que entregará el poder el 14 de enero.
En perspectiva. Giammattei tomó el cargo ofreciendo combatir la desnutrición, como prioridad, además de atacar la corrupción e impunidad y fortalecer la educación.
Una de sus promesas fue cerrar la Secretaría de Asuntos Administrativos de la Presidencia, por considerarla un gasto innecesario, pero solo fue un anuncio.
Del PARLACEN, el político dijo que su intención sería "reformarlo o cerrarlo", pero no ocurrió nada de eso. Es más, Giammattei se prepara para tomar su cargo en esa entidad y con ello se garantiza inmunidad durante cuatro años.
Otros compromisos incumplidos fueron los cierres de las secretarías de la Mujer y de Obras Sociales de la Esposa del Presidente.
Voces (I). En el ámbito político el presidente llegó con una bancada débil al Congreso, pero pronto encontró la forma de establecer un bloque que apoyó sus intereses hasta el final, opinó el abogado Francisco Quezada.
El presidente logró "disciplinar" a un grupo de congresistas y no tuvo oposición. "Pero en el camino para lograrlo hay mucha crítica en el sentido de lo poco ortodoxo de cómo obtuvo el apoyo de esos diputados", agregó.
"Hasta el final logró mantener compacto al grupo de congresistas a un alto costo moral y económico. Las obras ya no fueron estratégicas, sino donde se complacía a diputados y alcaldes", enfatizó.
"Logró una compactación de los tres poderes, no hubo pesos ni contrapesos. En política partidaria el manejo de recursos públicos fue una manera de aumentar la corrupción y ello representó votos, que casi llevan al candidato oficial a segunda vuelta", expresó Quezada.
Voces (II). Para el economista Mario García Lara, la "virtud" del gobierno en economía fue mantener la estabilidad y no perjudicar los principales indicadores macroeconómicos. Indicó que, si bien la inflación fue alta en 2022, se atribuyó a factores externos.
"Este gobierno tuvo el cuidado de no tomar medidas para perjudicar los indicadores". Se reconoce su no interferencia en el Banco Central, y aunque nombró a un político de su partido como presidente, hasta el momento ha respetado la gobernanza de la institución, comentó.
Sobre cómo ven las calificadoras de riesgo al país, García opinó que no observa cambios para bien o mal. Subrayó que a las entidades sí les preocupan los indicadores sociales, el lento crecimiento económico y la débil institucionalidad que impide mejores servicios de salud, educación, infraestructura, seguridad y justicia.
Lo que cuestiona el economista es que el gobierno perdió la "enorme oportunidad de establecer una política fiscal favorable al crecimiento económico. Contó con abundantes recursos económicos durante la pandemia "como nunca en la historia" y ese gasto no se heredó con beneficios permanentes en salud, educación y hospitales, concluyó.
En el radar. Luis Felipe Linares, abogado y exministro de Trabajo, calificó con 4 puntos de 10 la gestión de Giammattei. En general, opinó que no se avanzó en temas como salud, educación y empleo. En este último rubro el crecimiento de trabajo formal (afiliados al Seguro Social) "fue vegetativo, nada extraordinario".
La gestión de la pandemia del covid 19 fue "poco acertada, especialmente por el cierre de actividades que causó terribles daños" al empleo. "Lo de la compra de vacunas sigue siendo un misterio, se gastó todo en la negociación con los rusos", comentó.
En educación se perdieron dos años. "El ministerio fue incapaz de establecer un sistema de educación a distancia para un mayor nivel de aprendizaje. Tampoco se aprovechó el periodo de cierre para mejorar la infraestructura", agregó Linares.
"La gran cruzada de la nutrición es un gran deuda. Se ofreció reducir la nutrición y tampoco hay datos, pero la línea base indica que no hay mayores cambios", explicó.
Datos clave. Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de FUNDESA, prefiere comentar sobre los temas pendientes del gobierno saliente y los retos de la nueva administración.
"En inversión pública se debe aumentar la red vial del país. Guatemala sigue siendo uno de los países con menos km de red vial por habitante del mundo (apenas 1 metro por habitante). Se debe aumentar de 201 km por año, a por lo menos 1,200 km", dijo.
Además, "llevar la inversión pública de 1.7% del PIB a por lo menos 6% del PIB, aumentando la inversión en carreteras, puertos, aeropuertos, hospitales, escuelas e incluso centros penitenciarios".
"Se necesita incrementar la inversión hacia más centros de convergencia comunitaria y centros de salud, así como retomar la discusión de la reforma a la ley de inversión pública-privada, para permitir inversiones en salud de 6.47% del PIB a por lo menos 7.8%", agregó Zapata.
En conclusión. "El próximo Gobierno debe enfocarse en aumentar la inversión pública y continuar con la estrategia de atracción de capitales", opinó el entrevistado.
Por medio de iniciativas como “Guatemala No Se Detiene”, que permitan aumentar la inversión extranjera de 1.4% del PIB que cerró en 2022, a por lo menos 4% del PIB de forma sostenida y mantener el crecimiento económico arriba del 6% anual, concluyó Zapata.