La baja ejecución muestra falta de hoja de ruta

¡Buenos días!

El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho; y el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho, dice el Buen Libro. Aplicando esa máxima a la ejecución presupuestaria, el Gobierno no podrá ejecutar adecuadamente el abultado presupuesto para el 2025, como no lo hizo en este 2024.

Algunos ministerios, a base de otorgar bonos ¿por qué? a los empleados públicos, han tratado de mascarar su deficiente ejecución. Imperdonable.

No se trata del tamaño del aparato gubernamental, o si el presupuesto es “pequeño” comparado con los de la región; se trata de calidad del gasto y de eficiencia. Cuando menos en esos dos rubros, los gobiernos siempre dejan mucho que desear.

Entre los aumentos que se recetaron los diputados, los bonos —cual graciosa concesión— les otorgan las autoridades a los empleados públicos, y la escasa o nula inversión en infraestructura —terrestre, portuaria, y aeroportuaria—, lo que el contribuyente recibe por sus impuestos no le rinde cuenta, como se dice popularmente. Poco o nada que hacer; el sistema público premia la ineficiencia. Tal vez por ahí debiese empezar un gobierno que se percibe a sí mismo como distinto. Tal vez así ganaría la confianza en la población. El orden de los factores, definitivamente, sí altera el producto.

Comparta este contenido por WhatsApp:

En este boletín:

Contenido en este boletín

Editorial: En política, la forma es el fondo

Sin hoja de ruta en la ejecución presupuestaria 2024

En política, la forma es el fondo

A más de un año de haberse “destapado” el escándalo de la falsificación de firmas para la conformación del partido Movimiento Semilla, nada está definido. Y eso es, en buena medida, lo que nos tiene como estamos.

En las postrimerías del 2024, es oportuno hacer un repaso de cómo llegamos acá —políticamente hablando— en Guatemala.

Más allá de las preocupaciones más cercanas de los ciudadanos —inseguridad, falta de empleo, alto costo de la vida— está, sin duda, el de la lucha en contra de la corrupción. Esta última, como las anteriores, tarea muy pendiente del Estado.

Un eje transversal en todo ello es la falta de institucionalidad —o la débil institucionalidad— rampante en el país. Es por ello por lo que las mafias encuentran terreno fértil para plantar la semilla de la corrupción y de la cooptación. En otras latitudes, una fuerte institucionalidad es un buen parapeto contra la corrupción, aunque no infalible. Lo que pasa es que en el Estado guatemalteco pareciese que no solo no oponen resistencia a ello, sino que se invitan y se promueve.

La falsificación de firmas aludida no es un hecho controvertido, sino reconocido por el propio presidente —y secretario general del partido— Bernardo Arévalo. Luego de que un ciudadano denunciara la inclusión de su firma sin su consentimiento para la conformación de Semilla, Arévalo presentó su propia denuncia en ese sentido. Claro, él culpa a otros de lo que es responsabilidad legal del partido y de sus representantes. El asunto es que eso, la génesis de este embrollo político-judicial no ha sido esclarecida; por el Ministerio Público, pero tampoco por Semilla. Arévalo simplemente hizo las de Pilato.

De tenerse certeza de “qué pasó ahí”, la población podría tener más claridad sobre el resto de las acciones y sucesos que parecen entretejidos, pero que no necesariamente lo están. Puntualmente, una muy dudosa relación entre la falsificación de firmas, la —obviamente— sobrevalorada adquisición de programas informáticos por parte de la autoridad electoral, y un supuesto fraude. Si tan solo se hubiese aclarado lo primero, lo sucesivo estaría claro, en un sentido u otro. Pero no.

Haciendo zoom en la falsificación, eso debiese haber sido un indicio de lo que Semilla sería en el poder. Por un lado, el Ejecutivo le echa culpas a Raymundo y medio mundo de lo que es su responsabilidad —como ocurrió con la denuncia de Arévalo—, y por el otro, Semilla del Legislativo, es capaz de pactar con el mismísimo diablo con tal de conseguir sus propósitos —por egoístas que sean— tal como ocurrió con la repartición de miles de millones de quetzales del presupuesto, para pasar leyes en beneficio propio. 

Se falsificaron firmas para constituir Semilla y los responsables deben responder; eso no es persecución política, eso es rendición de cuentas. ¿Quién podría estar en contra de rendir cuentas? Pues solamente los responsables, los que saben que deben pagar. 

Comparta este contenido por WhatsApp:

Punto HTML con Texto Alineado

Marimaite Rayo
Sin hoja de ruta en la ejecución presupuestaria 2024
971 palabras | 4 mins de lectura

El Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado es un instrumento de política y el reflejo de la planificación anual del Ejecutivo. Por ello, todos los recursos ejecutados por las diferentes entidades deberían de estar destinados al cumplimiento de objetivos concretos.  

  • No obstante, los recursos devengados por los ministerios en 2024 no solo no se alinean con la narrativa oficial del Ejecutivo, sino que tampoco siguen una lógica concreta de política pública, lo cual refleja una falta de planificación, continuidad en los planes de gobierno y alineamiento de prioridades.

  • En orden descendente, al 11 de diciembre de 2024, la ejecución presupuestaria de los ministerios es la siguiente: el Ministerio de Educación —MINEDUC— con una ejecución de 86.71 %; el Ministerio de Defensa Nacional —MINDEF— con 86.08 % ejecutado; el Ministerio de Trabajo —MINTRAB— con 83.96 % de ejecución; el Ministerio de Finanzas —MINFIN— con una ejecución de 83.86 %; el Ministerio de Salud Pública —MSPAS— con 82.16 % de ejecución; el Ministerio de Energía y Minas —MEM—, cuya ejecución se eleva a 80.52 %, y el Ministerio de Relaciones Exteriores —MINEX— con el 79.94 % de recursos ejecutados.

  • Seguidamente, el Ministerio de Gobernación —MINGOB—, con una ejecución de 78.87 %; el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales —MARN— con 78.79 % ejecutado; el Ministerio de Economía —MINECO— cuya ejecución alcanza el 72.84 %; el Ministerio de Desarrollo Social —MIDES— con una ejecución de 70.04 %; el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda —CIV— con una ejecución de 60.56 %; posteriormente está el Ministerio de Cultura y Deporte —MCD— con el 59.27 % de los recursos ejecutados; y finalmente, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación —MAGA— con el 58.60 % de ejecución.  

En perspectiva. La mayoría de los ministerios destinaron la mayor parte de sus recursos a gastos administrativos, como el pago de salarios, pago de materiales, asesorías y arrendamientos.  

  • Este es el caso del MINEX, quien destinó más de GTQ 82M en el rubro de actividades centrales.

  • Asimismo, el MINTRAB, pese a que únicamente ha destinado GTQ 51M a la “promoción de la formalidad del empleo”, uno de los principales problemas en la economía guatemalteca, ha devengado más de GTQ 76M en administración central.

  • De forma similar, la ejecución del MCD refleja cómo el fortalecimiento de la infraestructura artística y deportiva no es una prioridad, ya que, mientras que el gasto administrativo se eleva a GTQ 32M, se ha ejecutado un 0 % en los rubros de “construcción, ampliación y mejoramiento de infraestructura” artística, de muesos y deportiva.  

Qué destacar. Ahora bien, las principales inconsistencias en el gasto se reflejan en las carteras que recibieron los montos más altos en el Presupuesto 2024 y 2025, como es el caso del MINEDUC.  

  • En primer lugar, aunque en reiteradas ocasiones la ministra, Anabella Giracca, ha destacado la importancia de la labor de los docentes en los rubros de servicios de profesionalización y profesionalización de docentes de preprimaria y básicos, la ejecución de recursos únicamente alcanza el 50.67 % y el 0 %, correspondientemente.

  • Asimismo, aunque la cartera ha “priorizado” la entrega de materiales educativos, la provisión de libros de texto para la educación bilingüe registra un 0 % de ejecución en nivel preprimario y básicos y en la educación monolingüe no supera el 50 %.

  • Por último, pese a que el ministerio celebra los avances en el remozamiento de escuelas, lo cual refleja una ejecución del 99.48 %, el rubro de “construcción, ampliación y mejoramiento de instalaciones deportivas y recreativas” tiene 0 % de ejecución.  

Lo indispensable. El MSPAS se encuentra en una situación similar, dado que, a pesar de que los miembros del oficialismo señalen que la salud de los guatemaltecos es una prioridad de gobierno, la distribución de recursos no se corresponde.  

  • Por ejemplo, rubros contenidos en “servicios de gestión de programas y proyectos de salud” apenas alcanzan el 32.73 % de ejecución, al igual que la “construcción, ampliación y mejoramiento de hospitales”, cuya ejecución es de 32.94 %.

  • Asimismo, a pesar de que los servicios de tratamiento oncológico modificaron su asignación por GTQ 600M, únicamente han ejecutado el 6.69 %, similar al tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas que tienen un 0 % ejecutado.

  • Finalmente, aunque la desnutrición infantil en el país va en aumento, la ejecución de los recursos asignados a la mortalidad infantil y la desnutrición crónica no superan el 75 %. 

Visto y no visto. Ahora bien, aunque ya se conocen los problemas administrativos dentro del CIV, la baja ejecución presupuestaria confirma el abandono institucional que existe.  

  • Esto lo demuestran los rubros de “desarrollo de infraestructura vial primaria y secundaria”, el “desarrollo de infraestructura vial” y la “construcción, ampliación, reposición y mejoramiento de carreteras primarias” que no superan el 68 % de ejecución.

  • De igual forma, aunque la construcción de caminos rurales tenga una ejecución superior al 80 %, el mantenimiento de la red vial principal apenas alcanza el 41.35 %.


  • No obstante, el abandono más significativo se refleja en el mantenimiento de infraestructura aeroportuaria con una ejecución mínima de 22.79 % y la construcción de obra pública que se posiciona en un 55.95 % de ejecución.  

Por qué importa. Tomando en cuenta que el presupuesto 2025 supone un incremento de más de GTQ 28 000M con respecto al —ampliado— del de 2024, estos datos deberían de ser alarmantes.  

  • La falta de una hoja de ruta clara para la ejecución presupuestaria ha provocado que el gasto de recursos no tenga un impacto positivo en la población.

  • Asimismo, la ausencia de prioridades ha evitado una coordinación interinstitucional, lo cual abre la discrecionalidad en el gasto.

  • Así pues, asumiendo que el próximo año la administración central tendrá un margen más amplio para gastar, será necesario redoblar los esfuerzos de fiscalización, a fin de resguardar la calidad del gasto y la priorización de las necesidades más inmediatas del país. 

Comparta este contenido por WhatsApp:

¿Qué le pareció el boletín de hoy?

Iniciar Sesión o Suscríbete para participar en las encuestas.