Las operaciones portuarias no deben suspenderse

¡Buenos días! 

Las posibles catastróficas consecuencias económicas derivadas de la nulidad de los contratos que han habilitado –hasta hoy– la operación de la Terminal de Contenedores Quetzal es, hoy por hoy, el problema más crítico que enfrenta el gobierno. 

Claro, hay problemas más graves –y sensibles– como la desnutrición crónica infantil, pero, tanto lo urgente como lo importante, deben atenderse con igual celo. El problema es que el gobierno no ha mostrado garra y tanto lo primero como lo segundo no se resuelven con “TikTok lives”, con ingentes ampliaciones presupuestarias o con leyes de competencia. 

Por el bien del país, sin importar si se apoyó –o no– el proyecto político del partido de gobierno, se debe apoyar toda iniciativa que tienda a resolver el crítico problema que hoy enfrenta la economía nacional: que deje de operar la terminal de contendores más importante del país. 

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Editorial: Puertos, un asunto de país

Aeropuertos, eje del desarrollo inclusivo

Esteban Tamayo: “Lo mejor es un gobierno de EE. UU. dispuesto a hacer negocios con Latinoamérica”

Puertos, un asunto de país   

Luego de varios años de procesos legales, esta semana fue notificada –finalmente– la resolución de la Sala Quinta del Tribunal de lo Contencioso Administrativo que declara nulos los contratos de usufructo y de operación de la Terminal de Contenedores Quetzal, operada por APM Terminals. Con ello el gobierno enfrenta su primer crisis verdadera, relacionada con su capacidad de gestión, pero también de operación política. 

La nulidad de los contratos tiene potenciales profundas consecuencias económicas. En primer lugar, interrumpe las operaciones de la terminal, lo que provoca retrasos y un aumento de los costos para los importadores y exportadores. Estas interrupciones pueden tener un efecto dominó en toda la economía, afectando a las empresas y a los consumidores. 

Pero no es como que el asunto ha tomado a la compañía, a la Empresa Portuaria Quetzal –quien otorgó los contratos anulados– o al gobierno (los gobiernos, desde 2017, para ser precisos). Con tanto tiempo para prepararse una salida negociada, legal, económica y técnicamente viable, no se hizo nada. Puntualmente, después de saberse ganadores de la elección, el presidente Bernardo Arévalo y su equipo no contemplaron el escenario al que hoy se enfrentan o, si lo hicieron, no fueron capaces de gestionar eficazmente. 

El brete no afecta al gobierno solamente, sino de país. Ya caben recursos legales que puedan aplazar que la resolución cause estado (sea efectivamente cumplida), por lo que ahora es indispensable que se piense “fuera de la caja”; no es una situación que esté contemplada de forma nominada en la ley.  

Lo anterior requiere buena voluntad de las partes –que, en principio, no se duda que exista– pero también de capacidad de gestión y es ahí en donde, hasta ahora, el gobernó ha dejado a deber. 

Por su parte, la hasta hoy operadora de la terminal, conocía las condiciones con las que adquirió los derechos y–acusados de pagar millonarias coimas para conseguir los contratos– de usufructo y operación; su posición para negociar, desde el punto de vista legal, no es la más fuerte. Desde el punto de vista operativo y económico, sí. Si decide abusar de su posición al momento de negociar, será en detrimento de los intereses del país. 

Si bien la nulidad de los contratos referida plantea desafíos y perturbaciones inmediatos, también presenta una oportunidad para que el país reforme su gobernanza de infraestructura, y construya un sistema transparente y eficiente.  

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Sebastián Gennari
Aeropuertos, eje del desarrollo inclusivo
600 palabras | 3 mins de lectura

La precaria infraestructura lastra a Guatemala. El país presume de su geografía estratégica, pero, siendo francos, sus puertos y carreteras hacen que este don divino se despilfarre. Resulta utópico, al menos de momento, vislumbrar una Guatemala que aproveche plenamente su condición interoceánica y su proximidad —y acceso preferencial— a EE. UU., el mercado interno más rico del mundo. 

Panorama general. Pocos son ajenos a estas circunstancias. Todo el país coincide en cuanto al problema, concurriendo a un sinfín de eventos y presentando una plétora de iniciativas que no se han concretado. Estos esfuerzos se han dirigido principalmente a la infraestructura vial, dejando a un lado los aeropuertos. 

  • El principal obstáculo a la solución de estos problemas no es el financiamiento, sino el inmovilismo político. No existen consensos en cuanto a la construcción de miles de kilómetros de carreteras o el dragado de puertos.

  • Ante esta situación, República, la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), la Cámara Guatemalteca de la Construcción y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA) presentan el 1.er Congreso de Infraestructura: Aeropuertos, eje del desarrollo inclusivo. 

  • El evento se enfoca en el sistema aeroportuario porque, a pesar de sus deficiencias –que son muchas–, es la vía más asequible y eficiente de romper el círculo vicioso que actualmente impera.  

Vías realistas. El 1.er Congreso de Infraestructura busca establecer una hoja de ruta clara y pragmática hacia la transformación de los aeropuertos de Guatemala en un eje del desarrollo inclusivo.  

  • Con algunas reformas, los aeropuertos guatemaltecos tienen la posibilidad de convertirse en verdaderos polos comerciales y turísticos, de alguna manera aliviando las demás carencias en infraestructura. 

  • El Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA), evidentemente, no es la joya de la corona que debiese ser, pero mejorar el sistema aeroportuario es una suerte de low-hanging fruit que beneficiaría a todo el país. Los casi 4.3M de pasajeros que recibió en 2023 podrían ser muchos más y podrían llevarse una mejor impresión.

  • Lo mismo puede decirse del Aeropuerto Internacional Mundo Maya. Debe aprender del de Punta Cana, en República Dominicana, lugar que hace pocas décadas era tierra salvaje y hoy se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes a nivel mundial.  

La agenda. El evento empezará con una visión integral de la aviación centroamericana, cortesía de Enrique Beltranena, presidente ejecutivo de Volaris; la interconexión con Centroamérica es imprescindible para el desarrollo de Guatemala.  

  • Continuará con una presentación de Erick Uribio, gerente del AILA, diagnosticando los problemas del aeropuerto. Le seguirá Fernando Suriano, viceministro de Transporte, quien enarbolará su visión para una reforma institucional de la Dirección General de Aeronáutica Civil. 

  • La política es el arte de lo posible. Por ello, habrá un panel de ingeniería institucional, donde se discutan los posibles modelos, tanto privados como públicos, abordando, además, el tema fundamental del financiamiento. 

  • Luego, Harris Whitbeck, director del Instituto Guatemalteco de Turismo, y Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, hablarán de cómo Guatemala puede aspirar a un modelo de turismo sostenible.  

Lo que sigue. El evento concluirá con Frank Elías Ranieri, presidente del Grupo Puntacana, quien tratará la huella económica y social de los aeropuertos. La reforma aeroportuaria no sólo beneficiaría a los usuarios del sistema; crearía plazas de empleo y oportunidades de desarrollo para todo el país. 

  • Félix Alvarado, ministro de Comunicaciones, dará algunas palabras después. Rodrigo Arenas, presidente editor de República Media Group, cerrará el evento.

  • Luego del Congreso, se continuarán monitoreando los avances en materia aeroportuaria. La finalidad del evento es, ante todo, identificar y consensuar soluciones, desde las reformas gubernamentales hasta la concesión del aeropuerto, también tratando las medidas intermedias. 

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Daniela Mendoza
Esteban Tamayo: “Lo mejor es un gobierno de EE. UU. dispuesto a hacer negocios con Latinoamérica”
668 palabras | 3 mins de lectura

Esteban Tamayo, economista principal de Citi para Colombia, Chile, Perú, Centroamérica y el Caribe, estuvo en Guatemala para participar en el Business Future of the Americas (BFA), en el panel sobre las elecciones en Estados Unidos y su impacto en la economía de Latinoamérica. De este tema habla en la siguiente entrevista. 

¿Cuál es el panorama político-económico en Estados Unidos previo a las elecciones? 

Hablando del tema económico y separando lo político, la economía de EE. UU. ha estado sorpresivamente muy fuerte el año y medio y el anterior. Las proyecciones que realizamos en Citi y las del mercado, apuntan a un crecimiento hasta el primer trimestre de este año. En general, la economía está mejor de lo esperado.  

Vemos un crecimiento fuerte, pero desacelerándose con respecto al 2023. Con eso pasamos al segundo y tercer trimestre, ya que todavía no tenemos las cifras completas, estarán listas hasta noviembre, cuando sean las elecciones. 

Esperamos que la economía siga mostrando una desaceleración, no desastrosa, pero sí una desaceleración en ambos trimestres. Hay dos escenarios que el mercado viene considerando: el no landing, que nunca se desacelera, y puede seguir creciendo así. O el escenario soft landing, es decir, una desaceleración controlada. Creemos que esta posibilidad es mayor.  

Con eso se abrirá el espacio para que la Reserva Federal, en la segunda mitad del año, recorte las tasas de interés.  

No creemos que las elecciones sean un factor decisorio para las resoluciones. La Fed no tomará la decisión de septiembre para las elecciones, sino bajo el panorama que tengan entonces.  

Con respecto al tema político, mientras se está desarrollando un buen crecimiento económico, el Partido Demócrata, con Biden en la presidencia, al menos en las encuestas de presidente, los votantes no le asignan el buen desempeño económico a este presidente.  

De entrada, tienen una perspectiva de que la economía no está tan bien como las cifras sugieren. Eso hace que la carrera para la presidencia sea muy pareja y que la economía, aunque esté sorprendentemente buena, el gobierno actual no se esté beneficiando de ese buen desempeño.  

¿A qué atribuye esta situación? 

La primera es que la inflación todavía está alta. La inflación puede importar más que la buena actividad. O simplemente la polarización que se refleja en las encuestas, hace que muchos votantes hayan tomado su decisión, independientemente de cómo ha estado la economía.  

No voy a pronosticar las elecciones. Pero hoy están muy reñidas, y según donde se realice la encuesta, la situación es pareja. La carrera presidencial tiene una inclinación hacia Trump. Pero en las elecciones de Senado, las encuestas muestran una preferencia más por los candidatos demócratas.  

Entonces, posiblemente las encuestas sugieren que la preferencia puede caer para cualquier lado y posiblemente la Cámara de Representantes que hoy es mayoría republicana, quede republicana, y que el Senado quede demócrata.

Eso hace que las políticas que pueda traer un presidente, independientemente de qué está pensando, sigan dependiendo de que el Congreso llegue a buen puerto.  

¿Qué se prevé que ocurra en Latinoamérica si continúa el gobierno Demócrata?  

Hay tres temas que se deben mencionar, en ese orden de importancia: el primero, y para efectos centroamericanos, la migración. El segundo es el comercio, que es muy amplio porque incluye el desempeño de EE. UU., tratados de libre comercio, cómo impacta China en la región, etc. Y tercero, la influencia política. Por ejemplo, países que tengan programas con el Fondo Monetario Internacional, que necesiten inversión extranjera, etc. 

Este es un gobierno que ha tenido una forma de atender los temas migratorios de la región buscando incentivos para limitar la migración. Es decir, crear las condiciones para que el migrante no quiera migrar, tratar de promover el crecimiento, mejorar los programas sociales. Guatemala, por ejemplo, ha tenido asistencia directa de EE. UU. en este sentido.  

El approach de este gobierno ha sido tratar de generar las condiciones internas para que el migrante quiera quedarse. Evidentemente la migración ha sido fuerte y eso no ha funcionado tanto. 

Lea la entrevista completa en República.gt