MINGOB celebra decomisos falsos

¡Buenos días! 

La política partidista, podría decirse, tiene dos grandes fases: la electoral y la del ejercicio del poder, propiamente dicha. Si bien distintas, su separación –y el comportamiento tan disímil de los políticos en ellas– tiene a los ciudadanos de buena parte del mundo desencantados con la democracia. Los políticos prometen todo en campaña; luego no cumplen, no hacen todo lo que dijeron que harían o hacen lo contrario. No siempre es malo, que conste. 

Un buen ejemplo de ello lo está dando el actual gobierno y los diputados oficialistas que, en campaña, prometieron a sus votantes una actitud férrea en contra de las “prácticas del pasado”, refiriéndose a sentarse a negociar con diputados cuestionables, por mencionar un caso. Bueno, pues ahora, en el poder, hacen lo que dijeron que nunca harían y su electorado se los recrimina cada vez más fuertemente.  

El ejercicio del poder desgasta; raros son las instancias en donde un presidente termina con un nivel de aceptación alto e, incluso, más alto de con el cual consiguió se electo. AMLO es un caso paradigmático, ciertamente.  

Se conoce que está por salir una medición de aceptación o popularidad del presidente Arévalo y su gestión; se menciona que sus niveles han bajado y eso no sorprende a nadie. En buena medida es porque prometieron mucho y han hecho poco; echarle la culpa al anterior es una excusa que pierde vigencia luego de más de 8 meses de gobierno.  

Cada uno somos dueños de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras. Eso es algo que los políticos parecen no aprender. 

En este boletín:

•Los falsos positivos de las incautaciones: ¿show o falta de divulgación?

•Lupa legislativa: Congreso inicia hoy elección de magistrados de Corte de Apelaciones

•Arévalo rompe el silencio y habla de su reunión con funcionarios de EE.UU.

Glenda Sánchez
•Los falsos positivos de las incautaciones: ¿show o falta de divulgación?
692 palabras | 3 mins de lectura

Los falsos positivos en las sustancias que incautaron las fuerzas de Seguridad —cocaína, marihuana, heroína— no es nada nuevo en Guatemala. Lo que ha ocurrido es la poca o nula divulgación de los resultados obtenidos por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) de los decomisos. Muchos de ellos han sido anunciados con bombos y platillos, como logros de las instituciones de Seguridad e Investigación.   

• En algunas administraciones se ha coordinado logística para trasladar a reporteros para que publiquen el trabajo de los policías y fiscales en las diligencias.
  
  

• Fuentes consultadas indicaron que podría tratarse de “show mediático y de imagen para determinar institución”. Suele ocurrir en año electoral o al terminar una administración.   

Hemeroteca. En marzo de 2023, el Ministerio Público (MP) y el Ministerio de Gobernación (MINGOB) confirmaron la incautación de 240 toneles de posible fentanilo o xileno —fármaco opiáceo sintético, que se usa como analgésico y anestésico —. Los toneles se hallaron en dos contenedores en Puerto Barrios, Izabal.   

• En esa ocasión, un gran número de los resultados apuntaban a una sustancia ilícita. La noticia trascendió a nivel internacional. Varios medios publicaron la incautación como histórica. Sin embargo, meses después, el INACIF afirmó que no se trataba de ninguna sustancia ilícita.
  
  

• El 28 de junio pasado ocurrió un suceso similar. Ese día, Francisco Jiménez, titular de la cartera de Interior, anunció el decomiso de 140 sacos con posible cocaína. “La incautación de hoy en Santo Tomás de Castilla, Izabal es un golpe gigantesco a esas estructuras criminales”, detalló en su cuenta de X.
  
  

• Dos meses después, el MINGOB difundió que los resultados de las pruebas instrumentales del INACIF demostraron que no se trataba de droga -ilícita–, sino de productos veterinarios. El juez ordenó devolver los sacos decomisados, según la nota publicada por esa cartera.
  
  

• El mensaje en X publicado por Jiménez fue borrado a petición de la entidad con base a la Ley de Información Pública.   

Por qué importa. El INACIF aclaró que ellos intervienen en los procesos de análisis de sustancias posiblemente ilícitas, únicamente cuando un juez lo ordena. Su trabajo consiste en estudiar los productos y determinar si se trata de algún ilícito o droga, con apoyo técnico y científico.   

• Al momento de tomar las muestras y hacer la prueba de campo, da muestra presuntiva de ser una sustancia ilícita, se embala y se sigue con la cadena de custodia. Luego, el fiscal debe solicitar al juez que se programe la dirigencia para el análisis.
  
  

• “Hemos tenido muchos casos en donde se confirma que no es un precursor, entonces liberan el cargamento. Hay otras situaciones donde la prueba de campo da un falso positivo y a través de los análisis que hacemos con los equipos de cromatografía con detección de masas, ya podemos identificar claramente qué tipo de sustancia”, indicó en una entrevista con República, Ruth García, jefa del laboratorio de Criminalística del INACIF.
  
  

• Añade que la efectividad de las pruebas presuntivas, las técnicas y análisis, dan soporte a la investigación de sustancias ilícitas. Los inconvenientes se dan en los grandes decomisos porque las muestras que se toman son muy reducidas.   

Qué destacar. En Guatemala no existen datos relacionados con la incautación de fentanilo. No obstante, sí se han llevado a cabo evaluaciones en casos específicos, por estar permitidas “para uso hospitalario”. Algunos casos se relacionan con muertes de personal médico o pacientes.   

• En 2022, el INACIF recibió 2035 solicitudes y realizaron, 61 639. Un año después 1648 y las piezas analizadas fueron 50 509. La cifra de las pruebas desarrolladas es más porque el INACIF contabiliza cada una de las piezas que ingresan por caso.
  
  

• El Ministerio de Gobernación reporta la incautación de 1 de enero al 8 de septiembre de 10 777.96 kilos de posible cocaína, 2.78 de metanfetamina, 929.9 de marihuana y 7.58 de crack.  

En conclusión. Las autoridades indicaron que las cifras del MINGOB, MP e INACIF no coinciden porque los procesos en cada institución son diferentes; cada una va a determinar si lo incautado es o no ilícito. 

• Esa discrepancia puede prestarse para cualquier manipulación de evidencia e incautación. Es vital que se establezca un estándar para determinar cantidades y tipos de sustancia.